Esta es una de las clásicas preguntas que nos pueden aparecer en un trivial y seguramente nos quedaremos desconcertados en el momento en el que sepamos la respuesta.
Y si, los peces del mar son capaces de tenerse y tienen que tomar agua para poder sobrevivir. La razón de ello es que en el mar podemos encontrar una enorme cantidad de sales que tienen una densidad aproximada de unos 35 g por cada litro. El problema reside en que en el momento en el que las sales se separan en el agua, se forman y iones positivos e iones negativos.
El cuerpo de los peces está formado principalmente por agua, así como algunas sustancias como azúcares, proteínas y grasas; sin embargo, también tienen una cierta cantidad de sales que están disueltas a lo largo de todos sus líquidos corporales.
Muchos animales del mar tienen una concentración de sales bastante reducida en su organismo y por esta razón necesitan vivir alrededor de una concentración salina alta en su entorno.
Ahora bien, el problema que existe con los peces del mar es que el proceso osmótico no se puede llegar a cumplir de la forma adecuada. Para que te puedas enterar: si estamos en un entorno en donde dos volúmenes de agua disponen de diferentes concentraciones y se pone en contacto, el agua que tiene menos sal empieza a fluir hacia el lado en donde se encuentra el agua que tiene mayor densidad.
Como el agua del mar es mucho más salada que el líquido que los peces tienen en su interior, estos poco a poco van descubriendo que el agua de su interior se va escapando por sus branquias.
En conclusión, el pez puede llegar a morir deshidratado precisamente porque el equilibrio interno de sales minerales no es el adecuado.
Para evitar que esto pueda llegar a pasar, el pez tiene que beber agua. Sin embargo, otro problema que tiene que sortear es que el medio en el que se encuentra tan sólo le va a proporcionar agua marina que va a tener una gran concentración de sal. Por fortuna, podemos estar seguros de que gracias a su organismo dispone de dos métodos para poder eliminar esta sal: mediante el epitelio branquial y mediante la orina.
Si no tuvieran estos medios naturales, con toda probabilidad no podrían vivir el tiempo que están viviendo actualmente.