Los expertos aseguran que una alimentación sana es capaz de conseguir reconstruir los tejidos que el cáncer puede llegar a deteriorar, además, también puede ayudar a la mejora de las defensas ante cualquier tipo de infección.
Los enfermos que siguen la línea de una alimentación adecuada tienen mayor fortaleza para poder defenderse ante los efectos secundarios de los diferentes tratamientos contra el cáncer.
Se debe de consumir una dieta rica en proteínas para que el organismo pueda llegar a evitar la desnutrición y purificarse para eliminar todos los efectos tóxicos que produce la quimioterapia.
Por otra parte es importante consumir una gran cantidad de proteína del pescado, carne blanca, huevos, frutos secos lácteos. Se recomienda dejar a un lado las carnes procesadas porque los efectos en el organismo son peores (tienen muchos condimentos y una elevada cantidad de sal)
El tumor precisa de azúcar para conseguir crecer… por esta razón, el paciente habrá que evitar en lo máximo posible, la ingesta de este tipo de elemento.
Las grasas son un enemigo natural que ayuda a la enfermedad a propagarse; conviene no abusar de ellas y, en todo momento, hacer ejercicio físico para conseguir mantenerlas a raya.
Estas son algunas de las claves para conseguir una buena alimentación contra el cáncer