Seguro que has oído miles de veces la típica frase de “por una vez no pasa nada” y quizás sea aplicable en algunas situaciones, pero no en el caso de una borrachera. En este artículo vamos a hablar sobre las diferentes mermas de salud que se producen en nuestro organismo con nuestra primera borrachera o con aquellas borracheras puntuales.
Antes de nada dejar claro que aquí estamos hablando de borrachera, no de consumir un vaso de vino a la comida o cualquier otra bebida alcohólica en pequeñas dosis. Para alcanzar el estado de embriaguez o borrachera es necesario consumir un exceso de alcohol que nuestro cuerpo no llega a tolerar. La cantidad de alcohol necesario para alcanzar este exceso varía de unas personas a otras, siendo los varones quienes generalmente presentan una mayor tolerancia al alcohol.
Estudios recientes han demostrado que consumir 4 o 5 copas de vino acompañadas por un litro de cerveza en poco más de 120 minutos, llegamos a un exceso de alcohol en nuestro organismo y se producen una serie de procesos de respuesta de nuestro organismo ante esta intoxicación etílica que tienen consecuencias perjudiciales para nuestra salud.
La primera respuesta de nuestro organismo es la liberación de toxinas desde nuestro intestino que rápidamente se introducen en nuestro torrente sanguíneo pudiendo dañar nuestro órganos vitales.
La segunda respuesta es que se segrega una endotoxina, que no es más que una bacteria que sigue afectando drásticamente a nuestra salud. El estudio ha demostrado que una borrachera es suficiente para encontrar la presencia de estas bacterias.
La tercera consecuencia y de la que seguramente has oído hablar, es la perdida de neuronas aunque en realidad no las perdemos exactamente, sino que merma su funcionalidad perdiendo así agilidad mental.
Tras leer este artículo espero que consideres la opción de beber de forma moderada, ya que se disfruta lo mismo bebiendo moderadamente y en buena compañía.