Hace poco hemos sabido que a un hombre llamado Bogdan Mihai Barbulescu ha perdido en una batalla contra la empresa en la que trabajaba. En el año 2007 fue despedido por haber estado utilizando el Yahoo! Messenger desde la oficina.
Sin embargo, no es que lo pillasen en pleno uso ni mucho menos; la empresa utilizaba toda una serie de herramientas para monitorizar y se encontraron con esas conversaciones.
La odisea de Mihai era demostrar que esas conversaciones violaban su privacidad y que se habían obtenido con métodos fraudulentos.
Hoy, después de más de 7 años, hemos podido conocer que la sentencia le ha dado la razón a la empresa. Según la corte Europea, el empresario tiene todo el derecho a espiar a sus empleados con el objetivo de determinar si están haciendo o no las tareas que les han sido impuestas.
También añade que se pueden utilizar diferentes herramientas para chatear… eso si, siempre para darle un uso empresarial, en ningún caso lo podemos hacer a nivel personal porque, de lo contrario, ya sabemos a lo que nos exponemos.
Aunque esto todavía no es aplicable a nuestro país, deberíamos de tener cuidado porque nunca se sabe cuándo nos va a llegar a afectar a nosotros.