El día del padre es celebrado en toda una gran cantidad de países en diferentes fechas. En España se celebra el día 19 de marzo que coincide con la festividad de San José; además, también coincide en la misma fecha en países como Italia, Portugal, Guinea ecuatorial, Andorra, Bolivia, Macao…. De muchos otros.
Sin embargo, en algunos países como en Rumanía, se celebra el segundo domingo de mayo; en Rusia el 23 de febrero y en Nueva Zelanda o Australia el primer domingo de septiembre.
¿Cuál es su origen?
Según se cuenta, esta fiesta surge en el país de Estados Unidos cuando una chica llamada Sonora Smart Dood se le ocurrió expresar la gratitud a su padre. Este se llamaba Henry Jakson Smart y había sido un veterano de la Guerra civil; desgraciadamente, falleció cuando su mujer estaba teniendo a su sexto hijo y fue ésta última la que se tuvo que encargar de criarlos.
Sonora decidió que su padre, y todos los padres del mundo, tenían que tener su fecha especial: en un primer momento se propuso la fecha del 5 de junio ya que coincidía con la fecha de cumpleaños del padre de Sonora… sin embargo, no llegó a consolidarse.
Ya en el año 1924, el entonces presidente Calvin Coolidge analizó la propuesta y se decidió a crear un día nacional para el padre.
Debido a la gran afluencia que tuvo este día, no tardó en extenderse a lo largo de toda África, Asia, América Latina y, por supuesto, por Europa.
¿Qué se celebra?
En este día se reconoce la labor del padre en el proceso de la crianza de sus hijos, así como en la educación de los mismos.
Por lo general, se hace una comida muy especial y hasta se le entrega algún regalo destacado.
En los colegios, los niños se encargan de realizar toda una serie de manualidades para entregárselos a sus padres.
Además, también existe una tradición muy extendida y es que se considera el único día del año en el que los niños de la casa se encargan de preparar el desayuno para el padre (normalmente con la ayuda de la madre).
Podemos concluir diciendo que es un día muy especial en donde agradecemos la labor de nuestros padres y les damos gracias por todo el amor que nos han dado a lo largo de su vida. Pero conviene recordar que esto no sólo hay que hacerlo un día, sino durante toda nuestra vida.