Cuando hablamos de flamencos nos referimos a esas aves de aspecto un tanto extravagante que viven en grandes grupos y vuelan en bandadas. Se pueden ver grupos de flamencos de más de un millón de aves.
Si alguna vez los has podido ver en el zoo, en libertad o mismo en algún documental, lo primero que llama la atención es su coloración rosada aunque algunos son de un color más blanco o grisáceo. El color rosado de los flamencos lo adquieren por su alimentación a base de algas y crustáceos que le aportan grandes cantidades de carotenoides. Los carotenoides son sustancias químicas que sólo están presentes en algunas algas y seres vivos que realizan la fotosíntesis. Estos crustáceos se alimentan de algas con gran contenido de carotenoides y después el flamenco al ingerirlos adquiere ese color rosado.
Como curiosidad os diré que los flamencos al nacer tienen un plumaje grisáceo y el tono rosa lo van adquiriendo a lo largo de su vida.
Otros aspecto que nos puede llamar la atención de este majestuoso animal es su postura, que muchas veces está apoyado en una sola pata, y os explicaremos el por qué. Estas aves tienen su cuerpo protegido por un denso plumaje, pero sus patas carecen de protección por lo que pierden grandes cantidades de calor corporal sobre todo cuando están en el agua. Cuando el flamenco se apoya sobre una pata pierde menos calor corporal y conserva su cuerpo a la temperatura idónea.
Si nunca antes habíais visto este animal, aquí y hora tenéis la oportunidad de descubrirlo, espero que os haya gustado.