La industria cinematográfica nos tiene acostumbrados a ver combustiones espontáneas como si fuese lo más normal del mundo, pero este fenómeno que en las películas no deja de ser un efecto especial, en la realidad es todo un misterio sin una explicación convincente.
La combustión espontánea es un fenómeno real y que existe, pero cuando lo trasladamos a los diferentes casos en personas que han quedado reducidas a cenizas sin motivo aparente, se pierde toda la coherencia al carecer de una explicación científica certera.
¿Qué es la combustión espontánea humana?
Empecemos explicando la base teórica de este fenómeno, que consiste en la ignición de un cuerpo sin que esté presente una fuente externa. Los casos que se han contabilizado a lo largo de la historia son unos 200 desde el siglo XVIII. Personalmente no me parece un dato convincente, pues en el siglo XVIII los avances científicos eran más escasos que en la actualidad.
Pero la verdadera cuestión es, ¿qué teorías explican este fenómeno en la actualidad? No hay ninguna teoría realmente fundada científicamente, pero a continuación os expongo las teorías más conocidas:
- La gran parte de los casos de combustión espontánea afectaron a personas alcohólicas. Llamémoslo casualidad, aunque una teoría nos dice que los alcohólicos en ciertos casos pueden producir altas cantidades de acetona, la cual es una sustancia muy inflamable que puede provocar la combustión espontánea.
- Otra de las teorías más aceptadas nos explica que la electricidad estática almacenada en el cuerpo humano provoca una chispa y a su vez, esta genera una reacción en cadena que termina por inmolar a la víctima.