Esto del espionaje en las redes sociales no es tan solo un rumor, es algo real y es una herramienta que usan para analizar y estudiar a la población y a los diferentes gobiernos y países. En Virginia en el centro de la agencia de código abierto un grupo de personas conocidas como «bibliotecarios vengativos» son las que se encargan de leer cuidadosamente unos 5 millones de mensajes de Facebook y Twitter analizándolos y extrayendo conclusiones de estas, según se informa desde la CBS News, aunque por lógica también hay muchos analistas dispersos en la red de embajadas de EEUU y todo el mundo.
Cada día y con tanto volumen de información seleccionan entre los millones de tuiteros y blogueros de cualquier idioma lo que consideran más interesante o importante, quedándose finalmente con una docena de fuentes a las que consideran fiables para la CIA para valorar, por ejemplo como reaccionan en Alemania o China ante un determinado discurso de Obama, o para prever revueltas de los países árabes, ahí analizan miles de mensajes y una vez analizados son enviados a la Casa Blanca.
También disponen de avanzadas herramientas algorítmicas capaces de detectar en Internet ciertas palabras clave y búsquedas sospechosas relacionadas con el terrorismo y espionaje, siendo así el ordenador sospechoso un punto de análisis y observación directa.
Esta forma moderna de espionaje y observación global aunque no es una cosa que se anuncia públicamente se lleva usando desde el ataque terroristas del 11 de septiembre y forman parte de las estrategias anti terroristas.