Esta tecnología, hasta este momento, solo había sido probada en diferentes experimentos en los laboratorios, por lo que no se sabía lo que podía pasar en el momento en el que se hiciera en un entorno real.
Por fin se ha traspasado esa barrera y los resultados obtenidos han sido increíbles: los resultados del estudio apuntan a que tiene una velocidad 100 veces superior a la que nos ofrece la tecnología WiFi.
De esta forma se consigue una transferencia de hasta 1GB/s. Aunque este dato nos parezca increíble, lo cierto es que en el laboratorio se consiguieron hasta 224GB/s, por lo que puede que la primera cifra se mejore aún más.
Aquí te dejamos un vídeo que ilustra esta tecnología tan especial:
La gran diferencia existente entre el WiFi y el LiFi es que, mientras la primera se basa en ondas electromagnéticas para funcionar, la hora se nutre de la luz para poder moverse.
La idea es que con agregar un dispositivo lumínico especial, además de iluminar, también conseguiremos transmitir datos.
Todavía es pronto para saber algo más y hay muchos aspectos que mejorar (por ejemplo, el gigantesco tamaño de los receptores)… sin embargo, se cree que este va a ser nuestro futuro.