A este síntoma se le llama “cefálea del helado” y la causa del dolor que produce en nosotros el ingerir alimentos fríos, se puede deber a dos motivos:
– el descenso de temperatura de los tejidos del paladar que provoca una irritación del nervio Trigémino creando un dolor fuerte e intenso en la frente.
– El descenso de temperatura provoca una estimulación de los nervios que lleva a un cambio en el grado de contracción de los vasos sanguíneos del cerebro. Estos vasos se dilatan y provocan el dolor de cabeza.
La mejor forma para comernos un helado y no pasar molestias sería evitar que el alimento toque el paladar y si es demasiado tarde, intentar calentar rápidamente la zona con nuestra lengua para que la temperatura no descienda.