La mayoría de las personas reconocen que les gusta pasar miedo siendo una reacción bastante habitual. ¿Sabes porque pensamos eso? Básicamente porque el hecho de poder superar cualquier situación que sea estresante nos ayuda a confiar más en nosotros mismos.
Ahora bien, no estamos hablando de disfrutar del miedo durante la misma solución ya que eso es algo prácticamente imposible. La idea es que, una vez que ha estemos una situación más calmada, podamos echar un ligero vistazo atrás para poder sentirnos aliviados y confiar más en nosotros.
Según los expertos, esta es una de las razones principales por las que nos gusta ver películas de miedo. Digamos que el hecho de estar en casa reconfortados mientras otros lo están pasando mal (por supuesto, hablamos de películas o series) hace que nos sintamos más seguros con nosotros mismos por haber sido capaz de verlo y por estar en casa donde nadie nos debería poder hacer nada.
Es curioso como funciona el miedo en nuestro cuerpo: es capaz de bloquearnos a la vez que de darnos una sensación de satisfacción una vez que ya no estemos sometidos a él. Quédate con la frase de que si le quitamos el peligro, pasar miedo puede llegar a ser una experiencia fabulosa.