Si, ya se han dado varios casos en el que han explotado teléfonos móviles. Un caso bastante sonado ha sido el de Kian McCreath, un niño de once años de Coventry (Reino Unido), sufrió quemaduras en las piernas después de que la BlackBerry de su hermano mayor explotara de repente en la habitación que comparten y provocara que el colchón empezara a arder. Kian se despertó gritando con el plástico derretido del dispositivo pegado a sus piernas. Su madre logró apagar el incendio y llevar a su hijo al hospital- Ahora pide a la compañia que revise el modelo del teléfono explosivo.